Eccema atópico

Contenido

Eccema atópico

Conocida como eccema atópico o dermatitis atópica, esta afección inflamatoria crónica de la piel provoca sequedad, lesiones inflamatorias rojas y, a veces, un intenso picor. Suele aparecer en la primera infancia y puede durar hasta la edad adulta. Ten la seguridad de que se puede aliviar y, sobre todo, prevenir los brotes.

 

¿Qué es el eccema atópico?

La dermatitis atópica es el resultado de muchos factores. Pero sobre todo es hereditario: si ambos padres están afectados, un niño tiene 8 de cada 10 “posibilidades” de desarrollar un eccema. Este terreno con tendencia atópica impide que la piel cumpla adecuadamente su función de barrera protectora. Así, es más permeable a los alérgenos presentes en el ambiente, como el polen o los ácaros del polvo. 

Frente a estas agresiones, pero también a causa de un ambiente demasiado seco, una ropa mal enjuagada o un detergente irritante, el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada: enrojecimiento, picor, irritación y supuración. Son brotes de eccema atópico. Fuera de estos periodos, la piel se siente incómoda: no puede mantenerse hidratada.

av_peaux-sensibles_schema_eczema-atopique_1x1_v2 472x472 1- El agua se evapora mucho 2- Los alérgenos pasan fácilmente
av_eczema-psoriasis_femme_fenetre_environnement_1x1_v2 472x472

Eccema atópico: adapta tu entorno

Para ayudar a tu piel o a la de tu niño a desempeñar mejor su papel de barrera protectora, puedes actuar En tu entorno vital, por ejemplo, una casa mal ventilada alberga millones de ácaros del polvo que pueden agravar la dermatitis atópica. Por ello, ventila su casa con regularidad (a primera hora de la mañana y a última de la tarde, para evitar que entre el polen, que también es responsable de la rinitis alérgica), evita las alfombras y moquetas en los dormitorios, pasa la aspiradora con regularidad, quita el polvo con una esponja húmeda y lava las sábanas todas las semanas a una temperatura mínima de 55 °F (13 °C). Para la ropa en contacto directo con la piel, olvídate del acrílico irritante y opta por el algodón.

ASESORAMIENTO AMABLE (Y EXPERTO)

“Cuando limpies, no olvides usar guantes, ya que protegen tus manos de los productos irritantes”.
Tatiana

 

¿Cómo se alivia el eccema atópico?

El eccema atópico puede tratarse durante y entre los brotes.

Durante el brote

Durante un brote de dermatitis atópica, se aplican pomadas, cremas o lociones a base de cortisona para reducir la irritación y aliviar el enrojecimiento y el picor. Este es la terapia más común. Sin embargo, se pueden recetar antihistamínicos para aliviar el picor intenso. Los inmunomoduladores (que “modulan” la respuesta del sistema inmunitario) también están indicados para las formas moderadas o graves de eccema. Pero estas terapias farmacológicas no previenen la recurrencia.

Eccema atópico: terapias

Entre brotes

Para ayudar a la piel a restaurar su función de barrera, pasemos a la terapia básica. Consiste en aplicar un emoliente para combatir la sequedad de la piel a diario y espaciar los brotes. Loción, crema, bálsamo... Puedes elegir la textura que más te convenga a ti o a tu hijo. 

Reglas de hidratación: Niños

ASESORAMIENTO AMABLE (Y EXPERTO)

La dermatitis atópica no solo causa molestias físicas. 

El eccema atópico puede tener repercusiones en tu salud psicológica: estrés, ansiedad, trastornos del sueño, pérdida de confianza en ti mismo, etc. No dudes en hablar con tu médico o con una asociación de pacientes, que pueden darte valiosos consejos para gestionar tu dermatitis atópica en el día a día. No estás solo: en Francia, afecta aproximadamente al 4 % de las personas mayores de 15 años.

av_xeracalm_soothing concentrate_social_9_post_3282770114201_hd 472x472

 

Las mejores prácticas para calmar la dermatitis atópica

Fuera de los brotes, lo ideal es utilizar regularmente una crema emoliente, justo después de la ducha o el baño. La aplicación suele ser más fácil sobre la piel ligeramente húmeda. Caliente la crema en las manos, pásala por el cuerpo y extiéndela con movimientos amplios, sin frotar. De este modo, el agua se mantiene en la epidermis y su función de barrera se restablece gradualmente. Esto debe repetirse todos los días, o incluso varias veces al día, para conseguir una piel flexible y suave como la seda.